En 1851, Léon encontró la prueba que Galileo no puedo mostrar al mundo para ver que su teoría era correcta, encontró una prueba irrefutable de la rotación terrestre haciendo oscilar un péndulo de 67 metros de longitud en el Panteón de París.
Léon tenía inquietud por el movimiento pendular desde el año 1850 y desde su casa desarrollo un mecanismo basado en un sistema de relojería impulsado por un péndulo y entiendo que este sistema oscilante mantiene su movimiento siempre sobre un mismo plano, independiente de la rotación de su base.
Un año después, Léon convocó a la sociedad en el Observatorio de París para hacerle mostrar su invento.
Copérnico y Galileo fueron los físicos que no tuvieron la prueba para demostrar que la Tierra no solo nunca había sido el centro del universo al girar alrededor del Sol, sino que también rotaba sobre sí misma, pero como ya he dicho faltaba la prueba interna que Léon si puedo encontrar y demostrar.
La primera prueba se repitió al mes siguiente en el Panteón de París. Lo hizo con otro cable suspendido desde lo alto de la cúpula con una longitud de 67 metros y del que colgaba una masa de 28 kilos, de nuevo, un éxito.
Pero antes de la gran demostración, en 1848, Léon, trabajando en su taller intentando poner a un tornillo una pesada barra metálica sostenida mediante un cable de acero, observó que el cable y la barra formaba un péndulo y por ello se dio cuenta que la varilla seguía girando en el mismo sentido de antes.
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