Crítica a la sinrazón pura:

"  Al formular cualquier filosofía, la primera consideración siempre debe ser: ¿Qué podemos saber? Es decir, de qué podemos estar seguros de saber, o seguro de que sabemos que sabíamos, si realmente es de algún modo 'cognoscible'. ¿O lo habremos olvidado todo y tenemos demasiada vergüenza de decir algo? Descartes insinuó el problema cuando escribió: 'Mi mente jamás puede conocer mi cuerpo, aunque se ha hecho bastante amiga de mis piernas'. Por 'cognoscible', dicho sea de paso, no quiero decir aquello que pueda ser conocido por medio de la percepción de los sentidos o que puede ser comprendido por la mente, sino más bien que puede decirse que es Conocido o que posee un Conocimiento o una Conocibilidad, o por lo menos algo que puedas mencionar a un amigo.
     ¿Podemos en realidad 'conocer' el universo? Dios  santo, no perderse en Chinatown es ya bastante difícil. Sin embargo, el asunto es el siguiente: ¿Habrá algo allá fuera? ¿Y por qué? ¿Por qué tendrán que hacer tanto ruido? por último, no cabe duda de que la característica de la 'realidad' es que carece de esencia. Esto no quiere decir que no tenga esencia, sino simplemente que carece de ella. (La realidad a la que me refiero es la misma que describió Hobbes, pero un poco más pequeña.) Por lo tanto, el dictum cartesiano. 'pienso, luego soy', podría expresarse mejor por '¡Eh, allí va Edna con el saxofón!'. Así pues, para conocer una sustancia o idea, debemos dudar de ella y así, al dudar, llegamos a percibir las cualidad que posee en su estado finito, que están, o son realmente, 'en la misma cosa', o 'de la misma cosa', o de algo, o de nada. Si esto está claro, podemos dejar paso a la epistemología..."